Marzo – 2024 – En medio de una coyuntura marcada por la inseguridad, el declive económico y el malestar social en la provincia de Buenos Aires, surge un debate crucial sobre el papel desempeñado por la oposición.

Algunos observadores señalan la existencia de una «oposición encubierta» que, mediante tácticas como el reciente «IMPUESTAZO» bonaerense, la pasividad frente a la escalada de la inseguridad y la promoción de manifestaciones y bloqueos, parece buscar socavar el ánimo ciudadano y fomentar la desestabilización.

Si bien es cierto que la oposición bonaerense ha expresado críticas hacia el gobierno nacional, es imperativo analizar con detenimiento sus acciones, sus posibles repercusiones y sus verdaderas motivaciones.

Una evaluación somera del sentir general de la población, especialmente de los habitantes bonaerenses, sugiere con bastante claridad que existe una correlación entre la inseguridad, el deterioro económico-social y los aumentos desmedidos, que no pueden ser considerados como eventos aislados, sino como partes de un mismo entramado de acciones.

Recientemente, el anuncio del impuestazo a los bonaerenses por parte del gobernador Axel Kicillof, referido a la nueva estructura impositiva aprobada por la Legislatura, parece confirmar la intención, no solo de aumentar la recaudación, sino también de impactar negativamente en el ánimo social, afectando directamente los bolsillos de los ciudadanos. Como lo señalaba acertadamente Juan Domingo Perón al afirmar que el bolsillo es uno de los órganos más sensibles del ser humano.

Este aumento impositivo ha generado rechazo en la población, siendo calificado como «CONFISCATORIO«, lo que ha llevado a la presentación de recursos judiciales para detener su implementación.

Incluso se han alzado voces desde el propio oficialismo llamando a una resistencia fiscal, como es el caso del diputado José Luis Espert y otros, quienes han instado a oponerse a estos aumentos, mientras que algunos productores rurales han anunciado su negativa a pagar dicho impuesto y han iniciado acciones legales al respecto.

No obstante, al analizarlo de manera integral, no resulta temerario afirmar que algunas de las medidas adoptadas van en la misma dirección.

Si consideramos el creciente problema de la INSEGURIDAD, podríamos argumentar que la falta de acciones concretas ante este flagelo también forma parte de la misma agenda de influencia en el ánimo social.

La delincuencia parece estar descontrolada y sin freno, con un aumento significativo de la tasa de delitos en la provincia de Buenos Aires en los últimos años. Aunque la oposición ha presentado proyectos de ley para mejorar la seguridad, algunos sectores la critican por no haber llevado a cabo acciones más contundentes.

La dualidad entre la acción y la inacción pareciera ser una constante en este juego político. Los cortes, las manifestaciones y los bloqueos no parecen estar desconectados de esta agenda oculta. Incluso el propio gobernador Kicillof ha participado en algunas de estas protestas contra las políticas del gobierno.

Gobernador Axel Kicillof y Sergio Berni

En definitiva, el aumento de la inflación, la desidia ante la inseguridad y las víctimas inocentes que resultan de ella, estarían formando parte de un juego siniestro y malicioso que necesita ser señalado ante la ciudadanía y castigado en las urnas con el voto informado y consciente.

Es hora de desenmascarar esta estrategia de oposición encubierta y exigir responsabilidad a quienes la promueven, pues el futuro de la provincia de Buenos Aires depende de ello.-

RICARDO DE LUCA | @Infocom La Matanza