17 SEP – En aquel 2013, con 22 años, Alejandro ya había desarrollado su labor por dos años en la fuerza y ese día se encontraba de franco disfrutando su día junto a unos amigos.

Ya de regreso a su casa, circulaba con su moto cuando es interceptado en la zona de Moreno, por dos motochorros armados que lo encañonan, exigiendo la entrega del rodado: allí comenzó su calvario.

En el video que acompaña esta nota, se detalla lo que le tocó vivir a partir de esa noche en que su vida fue interceptada, no sólo por delincuentes armados, sino también por los intereses peligrosos de las ideologías políticas y los fríos pasillos de los penales.

Kant define el derecho como el conjunto de condiciones bajo las cuales la libertad exterior de cada uno puede coexistir con la libertad de todos.

El Derecho es la ley de Dios y la ley es el derecho de los hombres. Dios, desde la creación, no a alterado un sólo ápice del derecho de los hombres. En cambio, los hombres, no han dejado de alterar ni una sola de sus leyes desde el principio del mundo.

En el molde del derecho rara vez se ha logrado fundir exactamente la estatua llamada ley. Pero nuestros legisladores pretenden fundir el molde en la estatua. El molde no se debe ajustar al contenido, sino a la inversa. La ley debe adaptarse al derecho, como la corteza al árbol.

El derecho es anterior a la ley, y como la ley es sólo la expresión del derecho, éste nunca debe tomar su fuerza de aquella, sino aquella de éste. Muchas veces el derecho se siente pero no se explica. La ley siempre se explica, aunque no se sienta.

Este es el caso de Alejandro, donde en un mismo camino de la localidad de Moreno, se cruzaron el derecho divino a defender su vida con la imperfección de las leyes de los hombres.-

Richard | Infocom.ar